jueves, 2 de octubre de 2008

Ampay me salvo!


Nos encontrábamos corriendo por el pasillo de la zona de embarque del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima mi primo Justo Gavancho, mi Hermano Aldo y este servidor para abordar nuestro avión que nos llevaría de Lima a Iquitos. Llegamos tarde al Aeropuerto, con tan buena suerte que los empleados de la aerolínea al vernos llegar, solo con nuestros maletines de mano, se comunicaron con los empleados de embarque y demoraron la salida del avión para que podamos abordar. Subimos al avión alborotando la tensa calma que siempre existe previo al despegue. Ubicamos nuestros asientos (3 asientos juntos) mas o menos a la mitad del avión. Nos ajustamos los cinturones de seguridad, ya aliviados y cómodos rumbo a Iquitos. De pronto reparo en el perfil conocido de un pasajero en el asiento delante al mío. Me incorporo para corroborar mi sospecha y si!!!, era mi querido amigo Julito, gran amigo de las épocas del coro de la iglesia, posteriores serenatas e innumerables veladas musicales. El encuentro nos causó gran alegría y el alboroto en el avión se multiplicó hasta que la aeromoza nos pidió calma para que empiece a explicar esto de las puertas de emergencia, la posición que debíamos de adoptar en el avión en caso de emergencia y los respiradores que deberían desplegarse si fuese necesario, también en caso de emergencia. El viaje duró 1 hora 45 minutos, los cuales se pasaron muy rápido entre conversaciones bromas y las ganas de llegar por primera vez a la ciudad de Iquitos, en pleno corazón de la selva peruana a orillas del impresionante río Amazonas.
Finalmente el avión aterrizó, desembarcamos y coordinamos con Julito para encontrarnos por la noche, nos comentó que estaba en un viaje de emergencia familiar y que solo estaría en Iquitos por 2 días. Tomamos nuestro mototaxi y nos fuimos rumbo al Hotel Amazonas Plaza un lindo hotel 5 estrellas que según sé ya no existe. En el camino no me abandonó la sensación de que Julio no quería ser encontrado en ese avión. Me pareció raro que no fuera él quien nos haya identificado y saludado al vernos llegar e ingresar al avión, además sentí al ver su perfil que estaba intentando pasar desapercibido. En fin pensé que eran cosas mías y seguimos con la visita a esta preciosa ciudad.
En la noche fuimos a la casa de Julio a la dirección que nos facilitó, lo encontramos, tomamos cervezas y lo acribillamos a preguntas sobre Iquitos ya que el y su familia paterna y materna son de esta ciudad. Le preguntamos por su esposa (nuestra muy buena amiga radicada en Lima), su trabajo y claro si todo estaba bien con la emergencia familiar motivo del viaje. En todo momento sentí que había un poco de tensión en el ambiente hasta que finalmente Julio nos dice. Bueno, estamos entre hombres y les voy a contar la verdad. “Hoy día salí de mi casa rumbo al Banco (lugar donde trabajaba), pedí permiso por la tarde y me dirigí al aeropuerto para viajar a Iquitos, de este viaje no sabe nadie. Ya en el aeropuerto tuve cuidado para no cruzarme con ningún conocido, embarqué entre los primeros, acomodé mis cosas de mano y esperé pacientemente que ingresen los pasajeros. Ninguno era conocido, la tripulación finalmente cerró la puerta y yo dije salvado!. Había logrado pasar desapercibido y todo estaba perfecto. De pronto sentí movimiento, la tripulación, reabrió la puerta, acercaron la escalinata y entran 3 muchachones sonrientes exteriorizando su alegría por haber logrado abordar el avión y OH! sorpresa eran ustedes, me hundí en el asiento, pasaron por mi lado y donde se sentaron? exactamente en la fila atrás de mi asiento. Me hundí más en el asiento cuando de pronto siento en el hombro una mano, era Carlos y con un grito me dice Julito!!! hola hermano!!!. el resto ya lo saben.” Inmediatamente después de esta confesión Julio nos dice: “Bueno les tengo que presentar a mi enamorada” y salió una linda chica iquiteña, joven, realmente muy linda, además de alegre, agradable y muy amistosa. Nosotros perplejos. No tengo que explicarles que habíamos encontrado a nuestro amigo en un viaje clandestino rumbo a Iquitos a visitar a su "novia". Era la novia consentida para la familia en Iquitos. Lo cual me hizo pensar de la existencia de una doble vida, la vida familiar y formal de Lima y la vida de enamorado con noviecita en Iquitos .
Superamos rápidamente el impase, ya sincerados y como estábamos entre hombres asumimos la falta y a gozar de Iquitos. Pasamos unos días inolvidables lleno de jolgorio calor y picaduras de zancudos.
Meses después en un velorio reunido con todos los amigos e intercambiando chismes, me acuerdo del viaje a Iquitos y como Julio es un amigo común y además en el velorio también estábamos entre hombres me animo a contar esta historia, les digo a que no saben a quien encontré sacando los pies del plato en el avión rumbo a Iquitos, a Julito!!! y entro en detalles, todos risas y festejos menos uno, me percato que Federico amigo común estaba serio y recuerdo que es hermano de la esposa de Julio Upsss, metí la pata!!!, minutos después Federico me aborda y me dice. Carlitos no te preocupes nosotros sabemos que Julio es un C...su M..., no te sientas culpable por la infidencia.
Años después supe que nuestra querida amiga terminó separándose de Julio, por una sumatoria de faltas al matrimonio. No tengo la certeza de que mi desliz en el velorio, tuvo algo que ver con la separación, en todo caso si piensa en la reconciliación espero lea primero esta narración.

1 comentario:

Clari dijo...

parece un lindo sitio con bellos paisajes!! iba a ir a perú pero finalmente decidí viajar a Quito. otro lugar con muchas atracciones turísticas